
Si algo aprendí en esta vida es que la soledad no es buena compañera si duerme todas las noches con uno, aunque reconozco que su mirada enternece cuando la lluvia golpea los ojos. Varios meses y una pena, muchos meses y un funeral. No quedan rencores y si los hay que el propio extraño lamento se los lleve a través de las h
ojas de este pálido otoño que sin embargo me
sonríe en cada amanecer, sabiendo que tarde o temprano la primavera
vendrá después de la última helada. Me perdí entre nubes que anunciaron la c
errazón, y yo no hice caso... Esa
sonriza que pasó se quedó entre sueños, entre
campanas que se quedaron sin sonar en un angustioso partido con alargue. Pero como dio alguien la vida es como el fútbol, siempre trae revanchas. Nunca digas que no hay tiempo, ya que el tiempo se inventó para que los relojeros tengan en qué ocupar las horas. La vida es el juego más justo, porque siempre tiene una puerta para abrir. Lo injusto en la vida lo hace el hombre. Escucho el viento y ya no se lamenta, lo escucho y ya no llora, no pierde ni h
uye de nada. Escucho el viento y me alegro porque otra vez lo esucho jugar con un pequeño llamador de ángeles, que golpea la puerta buscando el alma dueña de mi cuerpo, de mi corazón.
5 Comments:
que lindo que suenan esas palabras en el mundo Yao Minga... me gusta leerlas imaginando escucharlas entre vientos que ya no lamentan...
lindo...lindo...
Besotes!!
Me ha gustado, interesante lo que has escrito, un giro para lo que he leido en este blog.
Concuerdo con Flor es muy lindo!!
Un abrazo!!!
Jo, Yao... te lo he dicho muchas veces, y no me canso de hacerlo: tus sólos son magníficos... magníficos... es como si salierna de lagún lugar dentro de ti, ese que hay entre el corazón y el alma, que sólo se muestra en determinadas ocasiones.
Pero ¿te siento triste? hummm eso ya no me gusta tanto... no me gusta nada.
Venga, amigo ¿qué va a decir Lionel si te ve así? verás... echará lejía a los ganchitos y al comérselos se hará una úlcera, o rebotará su cabeza contra una máquina tragaperras porque las manzanitas le recuerdan a la cocina de su madre... ya le conoces...
Un abrazo muy fuerte, compañero de letras.
como dice moony, que lionel no te vea triste amigo. en todo caso es un muy buen post.
un abrazop.
No estoy triste, al contrario
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