domingo, abril 01, 2007

CRONICAS PARALELAS, por Tulio Descalzi.

HOY: "Otoshiro, el gran maestro de la tacadita personal"
Mientras buscaba información sobre los emperadores romanos y sus políticas bélicas, sus influencias políticas y sus ideas sobre la economía, me entretuve cortándome las uñas y entre dedo y dedo me encontré con un documento que me abrío una nueva investigación. Además, ya harto de leer sobre las políticas neoliberales en el mundo moderno y la Filosofía Griega, me dispuse a seguir este nuevo rumbo que me llevó a elaborar el siguiente informe:
Esta es la historia de Otoshiro Fernández, gran maestro sha-o-lin-daihatsu-pionner-sanyo y famosísimo campeón mundial de tocadita personal. Otoshiro nació en la ciudad de Mendoza el 4 de febrero de 1961. Hijo único de la unión china peruana entre Ysaki Zunita y Anselmo Fernández Llorente. La pareja se conoció en una excursión al centro de la tierra en las minas de Sierra Grande en 1959 donde se registra la primer empomada subterránea en mina en todo el mundo. Ambos regresaron a sus respectivos países y en noviembre de ese año, enamorados y la china con el bombo lleno, decidieron radicarse en Mendoza porque a los dos les gustaba pegarse unas vueltas con un par de botellas de vino tinto, preferentemente cabernet sauvignon. Otoshiro tuvo una infancia terrible. Fue discriminado por los vecinitos a raíz de ostentar desde muy chico un miembro eréctil voluminoso. Amargado socialmente se refugió en el espiritismo, cultos satánicos y clases de inglés básico y actorales en la Escuela Teatral de Guillermo Bredeston. A los 18 años ingresó a la Iglesia Metódica Morumbista gerenciala por el Pai Leonardo Grecco. Allí, conoció a la que sería sus mejores amigos y quienes condujeron a Otoshiro al reino de las artes marciales. Hablamos de Ilda Lizarazu y el Negro Clausen. En 1985 se recibió con honores como Maestro Sha-o-lin-daihatsu-pionner-sanyo en el Instituto “Abuelito dime tu” del sensei Heydi. Por tal motivo, Otoshiro Fernández obtuvo un viaje de ida a China para estudiar el arte de la tocadita personal en el Templo del maestro Tamagochi. La habilidad del criollo impactose a Tamagochi a tal punto de otorgarle el beneficio de estudio a distancia a través de postales con los dibujitos de Patoruzito. Otoshiro volvió a la Argentina con sendos conocimientos en esta actividad que ya tenía adeptos en Europa y la Gauyana Francesa. Una actividad espiritual pero que vendía mucho por su despliegue físico ya que requería de gran habilidad con los dedos gordos de los pieses con los cuales debía acertar en las partes del contrincante. Quien le dejaba a su rival hinchado o en retorcimiento por el piso, era el ganador. Hasta el mismo Clint Eastwood filmó un documental con la colaboración de Paco Mayorga, Estela Raval, Anthony Hopkins y El Chavo del 8. En realidad, Tamagochi lo mandó para Argentina a raíz de que no le podía ganar en el truco con jardinera. En Argentina, Otoshiro decidió participar del primer mundial de tocadita personal disputado en Zurich en 1988. Otoshiro deslumbró a todos y obtuvo una categórica victoria en lña final, tras derrotar en 2 sets corridos (6-1 y 6-2) al enano Soto, el único enano rumano. La alegría invadió a toda Mendoza y con ella se generaron disturbios a raíz de saqueos a las principales bodegas. EN las filmaciones e los vio a los padres de Otoshiro abrazados a un barril y gritando: “Acaso mi plata no vale… Cantinero”. Totalmente desconsolado y descongelando una milonga para comer al medio día, Otoshiro mantiene su postura de seguir triunfando y se apresta a realizar actuaciones especiales en tiras televisivas o películas como: Las locuras de los Parchís, Clave de Sol, El auto fantástico regresa sin gomas y Friends. Pero no todo fue alegría. La gloria, el honor, el reconocimiento público, la fama, y la timba hicieron que Otoshiro, al regresar de una excursión por la Isla Maciel, se acuartelara en un liceo militar para meditar sobre la vida y descansar del ego. Una mañana de abril de 1993 se lo encontró muerto en su casa de Urlingam luego de una larga noche de sexo con animalitos preferentemente chiquitos pero no caniche toyses porque no le gustaban los rulos, fiesta negra en 20 uñas y de colores del arco iris, mucho alcohol con leche chocolatada y de postre una copa helada con banana split que lo taponó y lo dejó tirado en el piso haciéndose el muertito pero después se la creyó. Moribundo y con su mano sangrando, ya que se cortó apropósito porque se había olvidado de avisar una cosa, escribió en el piso: “No pagué la luz”. Que confesión. Triste final para Otoshiro Fernández, una de las glorias de las artes marciales en Argentina.

CRONICAS PARALELAS: "Otoshiro, el gran maestro de la tacadita personal", por Tulio Descalzi. (Un 1 de abril de 1969 Tulio Descalzi ingresó en la terapia intensiva del hospital de Chivilcoy por meterse el dedo en la nariz y respirar al mismo tiempo. Tuvo que recibir un tratamiento de enemas durante dos semanas seguidas. Creer o reventar)

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4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Epa Yao!!! Cuando yo fui usted fue y vino dos veces...este blog va a los pedos. Me voy a volver don nestor y a leer con un ojo y repasar con el otro...y bue.

Saludos Freudianos...jajajajaaa

3:01 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo conocí a ese maestro Tamagochi y la verdad es que dejaba mucho que desear. Además era medio chachito y abajo del kimono no tenía solsillonca. se notaba por el tufillo.

Tutam Lenón

3:47 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

hola yao no tengo mucho tiempo asi que solo te saludo y te dejo un abrazo
posteame
cuidate
CHIRY

2:40 p. m.  
Blogger ++ said...

Hola Yao!! Te debo las fotos todavía!! aguantame... abzo!

9:05 p. m.  

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