Un huevito para Lionel

Y como estamos cerca de las Pascuas y para esas fechas uno siempre se pone goloso y meloso, y que a nuestro buen amigo Lionel Ritchie se le ocurrió caer se sopetón con un par de amigos que juegan en la 3ra de Sportivo Italiano, un bolso con ropa interior, dos trompetas y un yo-yo con el que se divirtió en todo el viaje. Pero como Lionel es mucho más que un predicador de la palabra yaomiñana, difusor de la teoría cuántica de hotel común sale más barato que telo porque estás más horitas con la minina y de que técnico que debuta no pierde, es que se arrimose a la tierra yaomiñana de ¿Por qué nunca jamás y qué? para arroparnos con historias de conejitos de pascuas, de huevos toresanis, de la rosca de pascuas y de la rosca que se armó en el entretiempo del partido entre Dock Sud y Temperley un alcanza pelotas le tiro un cartel de publicidad al preparador físico del Docke y en el quilombo le dejaron la coctelera llena de patadas. Es así, a veces uno está en la onda pacifista, con binchas de colores, con guitarras y canciones que sabemos todos como de Iron Maiden, Black Sabath, Mecano, Los Parchís (cuando volvieron) y Naty Oreiro pero el tema de la telenovela Muñeca Brava que nos re gustó a todoshh... Pero volviendo al tema que nos compete (solo de noche y con una buena jermu, dos litros de vino y un buen cigarro), es que entre fogata y fogata encontramos historias de proezas de Yao Minga en las Cataratas del Niágara cuando hizo la gran saltata del trípode penial y ensartose justo a un contingente de colegialas que nadaba en el lugar; en el Cerro Uritorco con dos marcianitos con la cara de Martín Caradajian; en la Ciudad de los Niños con un teletubi totalmente empedo y gritando: "Yo soy acuaman, yo soy acuaman" y lamentablemente lo perdimos en la fuente de los deseos (que pena); pero también historias de fantasmitas que se le veían las partes, de enanos de circo transformados en ejecutivos bondadosos de Apel y de un ejército de Mr. T que invadió una juguetería y se afanó todos los muñequitos articulados de los Power Rangeres. Después de todas estas lindos cuentitos y con la panza llena de pochoclos y cerveza negra se levantaron y empezaron a correr porque cayó la policía con dos carros, un tranvía eléctrico a escala, dos motoguadañas, un pincel y 4 panderetas para hacer la persecuta más alegre y cuando nos largamos encontraron figuras hechas en el césped en forma de círculos, angelitos y un escudo parecido al de Banfield, pero se lo atribuyeron a los dos marcianitos con cara de Caradajian.