"Luchemos contra los enemas como luchamos por salvar a los pandas. Basta de manguereadas. Es justo y necesario" (Yao Minga, Egipto 23-11-1612)

Hola, hola, hola, holaaaaaaaaa... Amigos del arbolito de la Ale Pradón, amigos de la tutuca y del maní con chocolate del cine. Soy el que vio cien veces las películas de Chatrán y Bambi y quedó panqueque por los mensajes terroristas escondidos. Y sí, soy Yao Ming, el ponderoso, el loco lindo que desde los 5 añitos sabe cómo vienen los bebés y no lo ando pregonando en las escuelas. Lo de la cigüeña ya fue, ahora viene por mail. Es que no hay árbol que por bien no venga ni Leos que sean danes para que me dejen medio damajuana contra el piso. El puloy me dio la mística que hoy tengo, la divinura que me da la posibilidad de inflar bien el pecho cuando toy en el baño y me mira el curioso de al lado. No, no, no, eso no se hace. Eso es malo porque te baja el ánimo y sólo yo me lo busco con los ojitos de cielo entre la selva que dejé crecer. Es que soy vagoneta para depilarme la entre pierna con tramontina, porque me gusta hacerme un rodete como el indio de Puerto Madryn. Soy así y me aguanto lo que allí se forme y si quedan algunos panaderos dando vuelta después de la chanchadita, no hay drama. Es que nadie pudo conmigo, con mi celestial poderío místico de la llanura franco pampeana de Kurosawa, a pasitos de Wilde. A mi me llega hasta el piso y no ando con H haciendo jueguitos con el amigote. Jajaja... asqueroso, impúdico, inhumano, siiiiiiiiii... Soy un Mazzinger Z que despega del piso cuando se fuma la virulana plateada. Me doy asssco, lo reconozco, pero solo a la mañana campestre cuando me levanto y tengo pinta de Teté Coustarot con polera. Aaaaah Dios!, gracias por hacerme la piel tan suave y por hacer lento el crecimiento de las uñas de los pieses. Si, hay que dar gracias por esas cosas, porque si no te morís y después te quedan las cosas colgando y vienen los gusanitos y sale olorete y es un bajón, no? Por eso yo quiero que me hagan humo y que el mundo lo aspire como yo me fumo la frazada con dibujitos de Pinocho o de Heidi, pero sin el abuelito, porque cayó en cana por trincarse a dos ovejitas. Es ta re mal eso che, un tipo tan reconocido socialmente y caer tan bajo. Yo hago esas cosas, pero me aseguro que nadie me mire. Me pone mal porque el viejo se hacía querer, como Papá Pitufo o el Sargento Matute de Don Gato y su pandilla, por más que terminó en cana por hacer el secuestro express de Manila Gorila. Es que soy un timidón tremendo que se me caen las polleras escocesas cuando me dan charla las mininas o cuando tengo que ir a pagar la tarjeta de crédito. Yo soy así y todavía el puloy no me hizo cambiar los sueños que tengo en la noche y en el día. Ya no quiero, no, por Dios, basta de ese conejito rosadito malo que no deja de caminar y de tocar el tambor. No, no, noooooooo... Ya entendí, por Dios que ya entedí que Catriel era Laport, el Beto Acosta era el Cuchu Cambiasso, que Ricky Martin era Ricky Martin y que no era por la coca. Siento que puedo dar más de mi cuando voy al baño y no quedo conforme y vuelvo a entrar, pero, atento!, dejadme papel higiénico con letras para divertirme un poquito.