... y un día volvió y fue al Corpus Christi... para ser místico

Y en el cielo aparecieron now los 4 caballos del Apocalipsis: Mariano, Jorge, el Tucu y uno medio raro al que le dicen Flor. Las nubeluses se abrieron y fueron testigos de lo que la letra dijo una vez. Ese momento donde la oscuridad se balanceó de arriba pa’ bajo y se dio una doble Nelson para ponerse pata pa’ rriba de la luz. Ese instante donde la señal estaba aquí, donde el ave se aploma ante la maldad que llega llegando. Es ahí, ahí, ahiiii... donde a uno le viene de abajo ese metejón que inclina pa’ delante y te hace ir 7 veces al baño para percibir los olores de la naturaleza que son lindos para uno, pero para los otros medio como que no. Es así, sobre olores no hay nada escrito en el aire. Pero bueno, allá van y no son de acero, sino que partículas que entran en mis narices, donde antes hubo de todo porque yo fui lindo y de verdad, pero ahora estoy medio panqueque. Yo fui formal, cortés y cabral, pero nunca me corte el pelo de ahí abajo porque soy timidón y se que a veces lo raro engancha a las minas. A mi me llega hasta las rodillas y no lo ando diciendo en la tele, y qué. Yo soy así, como las chicas superpoderosas, como la momia, como el mago Emanuel y como Mimí Maura de mañana campestre. He aquí al divino que se la mira y le dice qué lindo. He aquí al elegido, al enviado para sanar sus males con una plegaria al cielo que dice así: Ea-ea-ea-pe-pe-pé, ea ea en las alturas, Osama en las arabias y el Néstor en las patagonias, salud amadeo y no carrizo, y perdona nuestros impuestos como les das subsidios a los colectivos y no te dejes caer en la tentación, la partuza es mala, porque después te gusta con perritos. Amen.Por eso hermanos, cuando el baño llama y no hay papel, sacrifica el dedito y el calzón haciendo el famoso paraguitas. Chau, lindos.