lunes, octubre 08, 2007

Solo de Yao

Y mirose al cielo y encontraron nubeluses de colores nuevos que inspiraban a escribir canciones, y miraron a la tierra y vieron vidas nuevas que inspiraron a recitar poesías. Miraron al costado y encontraron palabras, miraron dentro suyo y sintieron el poder de poder cambiar todo... Nuevamente les traigo aquí la historia pero con otra historia, aunque sea siempre la misma puesto que triste está un amigo al que mi compañía ya no reclama. Es tiempo de esperar, ya lo sabe, pero la tristesa de hombre nace por la ausencia de la mujer amada. Esa ausencia de piel, olor, sentimiento, tiempo y espacio. El amor viene como el viento, aparece de la nada porque uno nunca lo espera. Eso es lo bueno, lo inesperado, la sorpresa en la vida. El amor, llega sin querer encontrarlo y uno no sabe cuándo se enamora para decir te amo o un te quiero, llega pronto o más tarde, pero llega y eso es lo importante. Tenerle miedo al amor, a las horas, a una nueva vida, es tenerle miedo a uno mismo y la vida no se trata de empetrolarse en historias sin sentido cuando el sentido práctico requiere una decisión básica, compleja emocionalmente, pero sin rodeos que enreden con manojos de palabras y deriven en lágrimas de uno y otro lado. A veces mi amigo siente que le toca perder siempre... De ninguna manera, ganó una espera aunque perdió presencia. Pero hoy me centraré en mi también, porque de qué sirve hablar de mi amigo si no puede expresarme yo también en este texto. Acaso mi amigo es quien me presta el cuerpo y termina siendo mi cara, mis ojos, mi tacto. Soy su versión perversa? no lo se, soy su versión sádica?... no creo... soy un ser que se animó a crear como tantos otros que habitan este Mundo Yao Minga... Que si supieran, si entendieran lo que dice, sabrían que mucho de los textos reflejan en mensajes ocultos, y no tanto, lo triste y sufrido que está. Debo reconocer que lo mejor de Mundo Yao Minga salió en una etapa de mi vida donde la cabeza y el corazón pedían a gritos una virulana (como ironiza Yao) que le ayude a olvidar los problemas. Por suerte quien se ofrece como cuerpo de Yao nunca probó nada. Mi amigo está triste porque siente que puede dar tantas cosas y teme perder la mujer que lo encontró. El amor... uno nunca sabe cuándo llega, pero si cuándo se va y en este caso él cree que no se irá jamás. El amor es como el viento, pero no cualquier viento que viene y va, sino el viento que trae vida: uno nunca sabe de dónde y cuándo llegará, pero siempre llega. A veces tarde más y a veces tarda menos en darse cuenta, pero llega. El amor es como ese viento y no hay que temerle a que aparezca, ni decirlo. Este amor es duradero, no pasa, es de ese viento que trae cosas y no se lleva roba nada, que deja vida. Alguna vez escribí: "Déjame subir y bajar, déjame ser parte otra vez de ese viento que va, que va. No quiero estar quieto otra vez. Solo déjame ir y venir, subir y bajar con el viento que me llama. Hace un tiempo que volví a nacer de la mano de otras manos que me ayudaron. Hace un tiempo que volví a sentir a través de un ferviente amanecer, que me llevó otra vez al horizonte buscando romper los límites de mis días. Hace un tiempo que volví a ser parte del viento que me invita a volar, a flotar, a jugar. Solo quiero ser una hoja que flote sin querer estar ni un instante más en ese suelo, acobardado, sin rumbo y entre tantas hojas que no vuelan más. Déjame ser una hoja que se bañe con la gota de lluvia y se seque con el sol que hace nacer un nuevo día. Estoy volando otra vez en esta vida y es muy bueno sentir el viento que te acaricia, que te abraza. Es bueno sentir, es bueno. Pero si alguna vez observas que nuevamente me caigo, te pediré que una vez más soples por mi para poder estar entre tus brazos. En el horizonte de la vida... es que a veces uno se olvida de que volar es como vivir y ganar un cielo nuevo cada día". Lo reafirmo y rechazo rotundamente la soledad que se aproxima de todos lados. No quiero estar solo, quiero estar con esa persona que me atrapó con sus ojos de flores y labios de chocolate en esos "Holas" en la calle y en ese café con crema que me invitó a pasear por un mágico mundo. El sufrimiento y la soledad es para quienes no tienen sueños o aquellos que llenan de sedimentos sus almohadas para justificar su temor a la felicidad. Esa almohada que obstinadamente le carcome la cabeza y negativiza la naciente felicidad. No debe ser así, pues la primavera no solo trae flores, sino que atrae a ese tren que te invita a dar esa vuelta que te enseñe lo feliz que puedes ser si te animas a jugar, a jugarte, a amar. Un día me dijeron que no me preocupe, que el fatalidad nunca llama dos veces. Anoche lo hizo y hoy también. No crean que dejé de pensar y comprender que la libertad siempre estuvo en mi, aunque me dejaran clavado en una pared. Hace un tiempo que me descolgaron y me mostraron que se puede volver a vivir. Tengo una historia de un amigo que hoy está triste y espera, espera porque lo que más quiere estar a su lado... en la vida, en sus brazos. No hace falta tener cojones ni disfrazarse de héroe para resolver un problema. Hay que hacer lo que dicte el corazón, usar la balanza y ver qué pesa más, hay que desligarse de responsabilidades cuando uno sabe que la culpa de quien nunca cuidó lo que uno quiere cuidar, que nunca amó a quien uno quiere amar, que nunca respetó a quien uno quiere respetar. Yao no quiere escribir porque está triste... no sirve hacer reir cuando se quiere llorar, solo sirve amar, cuando se quiere ser feliz. Nunca digas que no hay tiempo, ya que el tiempo se inventó para que los relojeros tengan en qué ocupar las horas. La vida es el juego más justo, porque siempre tiene una puerta para abrir. Lo injusto en la vida lo hace el hombre. Escuchó el viento y ya no se lamenta, lo escucho y ya no llora, no pierde ni huye de nada. Escucho el viento y me alegro porque otra vez lo escucho jugar con un pequeño llamador de ángeles, que golpea la puerta buscando el alma dueña de mi cuerpo, de mi corazón que tiene dueña y cada segundo espero que lo venga a buscar.

El creador de un mundo que al fin y al cabo es eso, un mundo distinto para quien quiera encontrarlo. De qué vale la pena guardar mi rostro si como estoy no estoy en ningún lado.

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3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Querido Yao Minga:
Entiendo lo que te ocurre y lo que le ocurre a tu amigo. Creo entender por dónde viene la mano. Lo único que te puedo decir es que esa mujer sabe, seguramente, lo que sentis (escribo asi porque ahora te conozco por la foto), reflejás un corazón puro, esos que no hay que dejar pasar en la vida. Por lo que veo aparece la palabra tiempo en varias ocasiones y se lo has dado, como también sale. Está bien, se ve que te interesa la señorita. Loco! si escribís asi por ella en un blog me imagino que lo leerá, no? Me hubiera gustado esccribirte esas cosas locas que te ponía en virtud de lo que escribías vos, pero esto también está muy bueno. Vamos Yao! y Vamos a esa joven, dale para adelante con este fenómeno!!!

TUTAM LENON

7:42 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola Yao!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Un gustaso verte en esa foto con TU CREACION... qué pasóte con Lionel? por dónde anda.
Carl Sagan

7:54 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Lo parió dijo el gaucho. Viejo qué lindo lo que pusiste.

Acá, Gonza de la Santa Fe que "los parió"

7:56 p. m.  

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